Guelaguetza, Tequio, Común, Hechar la mano o el hombro
"Lindas
mujeres istmeñas que con sus resplandecientes trajes en donde el oro
la seda y el encaje, forman un gran conjunto de coloridos que
rivalizan con las sonrisas encantadoras y las ardientes miradas, se
presenta de la región del istmo, la delegación de Tehuantepec."
Lukas Avendaño
De las primeras veces que escuche la palabra Guelaguetza fue a mis quince años y a los dieciséis baile representando a Tehuantepec en las festividades del Lunes del Cerro del Fortín. Día que los vecinos del pueblo me vieron por la televisión. A mi regreso la gente de los pueblos cercanos me reconocen como el que salio en la tele, se sintieron orgullosos de conocerme y conocer a mi padre. Aunque yo deseaba pasar desapercibido porque ya lo dice el refrán “solo el indio sabe lo que trae en el morral”… Pero ha sido hasta este dos de noviembre del año dos mil siete que escucho la aplicación de la palabra en boca de la gente del pueblo; Guelaguetza es recibir ayuda a los vecinos, conocidos, parientes, amistades, compadres, paisanos y publico en general para hacer un fandango, una fiesta, o un compromiso como se acostumbra a decir aquí.
En esta ocasión el motivo es la boda de Elsa mi prima, hija única de mi tía Zenaida hija de mi tía Lupe y mi tío abuelo tata Víctor, medio hermano de mi abuela Gabina o Modesta, mamá de mi madre Felipa, nieta de mi bisabuela nana Concepción o la nana Chona, india de enrredo y pasaguanco (ceñidor rojo de lana o algodón con hartas borlas en las puntas) nana Chona esposa del abuelo Martín quien fue soldado federal en tiempos aquellos de la revolución: Quien al irse a la bola dejo a mi bisabuela –nana chona- embarazada de mi abuela Gabina-Modesta quien se aparejo con Sebastián Martínez Prieto, hombre de caballo y botas, sombrero tejano y machete largo en funda de cuero, y con quien procrearan a Joaquín, Lorenzo, Aarón, Victoria Alejandra, Felipa (mi mamá), Isaías, Juana y Salvador (aunque le decimos mi tío chava) nacieron juntos el mismo día, como quien dice que son cuaches.
Cuando Juana y Chava nacieron mi mamá dejo la escuela –estaba cursando el segundo año de primaria y ya sabia escribir y leer- para cuidar a los cuates, para lavar los pañales en el canal, para cuidar a su madre –mi abuela Gabina /Modesta - pero Felipa (mi mamá) regreso a la escuela a los 21 años para inscribir a su primigenia de los siete hij@s que parió –su primigenia ahora es militar de la Armada de México-, después nació Maria Magdalena la ultima de las hermanas de mi mamá Felipa, como quien dice mi tía Mari, que de chamaca como decía de abuela Gabina/Modesta, se fue a trabajar a Guadalajara con mi tía Juana. Pero un día mi abuelo Sebastián Martines Prieto se moría de tristeza porque sus hijas estaban lejos y se fue a traerlas, mis dos tías regresaron al pueblo y traían pantalones de mezclillas y botas puntiagudas4, sus blusas de cuadro y cinturón de hebilla, pero la mas atrevida era mi tía Juana que montaba a caballo y tirana con el rifle, es más fue la que se robo a su novio como quien dice al “Che” o “Chegude” bueno en realidad se llama José.
Mi nana Chona no quiso irse de Adelita (en realidad si quería pero su mamá que seria mi tatarabuela nana le hecho miedo) con mi bisabuelo Martín, que porque la mamá de mi nana chona le dijo que los solados iban a pelear con unos animales muy bravos que se comían a la gente, ¡y si que se las comían! Bueno hasta la fecha se las siguen comiendo: Primero las desangran poco a poquito, restándoles la vida segundo a segundo, minuto a minuto, hora a hora, semana a semana, mes a mes, año a año, centuria a centuria, década a década, siglo a siglo hasta que se cumplen cuatro siglos con ocho décadas y seis años.
Esos animales bravos de los que habló mi nana, mamá de mi nanà chona se comen la juerza de la gente con todo y todo, todititas las gotitas de sangre, de nuestra preciosa sangre se la comen para que hicieran conventos, catedrales, monasterios, sembrar cañas, piscar algodón, plata, oro, carbón, pescar neumonosis, tender vías férreas, luego hacer presas de agua donde se quedo ahogándose por el resto de los tiempos el convento y la iglesia que se hizo en el siglo XVI, como quien dice que cuando la sangre se seca los huesos se orean y es cuando aparecen las construcciones, y que por eso las construcciones se ven tan grandes, tan suntuosas, tan elegantes y se convierten en patrimonio histórico o artístico pero que en realidad es sangre seca, como quien dice son costras (que si se arrancan vuelven a sangrar), pero ahora como se quedo ahogándose por casi ya cincuenta años es sangre seca remojada con sangre nueva de los que hicieron la presa y ahora quieren más sangre para hacer la hidroeléctrica de Xalapa de Márquez en Tehuantepec, al mismito pueblo que corrieron del lugar de sus muertos y después los mismos que se comió a toda esa santa gente se fueron para otro lado que dicen se llama Chinantla, o la región de la cuenca, el lugar de los conejos o como dice su nombre actual contemporáneo pero de origen muy antiguo que se llama Tuxtepec, Oaxaca, lugar donde hicieron otra presa con sangre india chinanteca, la sangre que dio vida a un muerto, como quien dice le hicieron transfusión sanguínea para que ese muerto viva eternamente mientras que los indios chinantecos mueran diariamente, segundo a segundo, minuto a minuto, hora a hora… y el muerto revivido se llama Presa Miguel Alemán.
Y entonces la Guelaguetza es para la boda de Elsa y Daniel quien es huérfano de padre y madre quedando a cargo de el su nana agüela misma que murió cuando él trabajaba en los Ángeles California donde se hizo novio de Elsa mi prima quien iba a pagar el coyote el 10 de abril del año dos mil seis cuando me iba a ir a Estados Unidos. Pero siempre ya no me jui.
Entonces mi tía chica que es madrina de Daniel, esta representando como mamá de Daniel. Mi tía chica es esposa de mi tío Chuncho, su merito nombre de pila de él es Concepción, quien es hermano de mi tío Tino e hijo de mi tata Victoriano. Mi tío Chuncho que se llama concepción como la mamá de su papá (mi tata victoriano), entiéndase mi nana Chona o concepción india de enrredo y paguanco de la que ya les palabrie.
Por todo esto que les vengo palabriando hasta ahora comprendo por qué yo al nacer el ocho de diciembre, día de la purísima y santísima virgen de Juquila o de la concepción, mi abuela Gabina/modesta, mamá de mi mamá Felipa me llamaba Poncho, ya que mi nombre primero, mi nombre de santoral es Mariano Concepción y como a los Concepción les dicen “Concha o Concho” a según de su sexo, entonces a mi para no decirme Concho me llaman Poncho que es como me conocen en el pueblo, y que aunque haya ido a la Universidad a estudiar una carrera, o tener una profesión “para ser alguien en la vida” dicen en el pueblo, para ser un hombre preparado me siguen diciendo Poncho, que aun que haya salido en la tele, que aunque haya ido a los “Estates llunites” (como decía el finado Reyes) y aunque tome clases de ballet clásico o ballet perfecto (dicen algunos concertistas de música clásica que al periodo clásico del siglo XVIII de la música, se llama periodo perfecto y música perfecta ) sigo siendo Poncho.
Entonces la Guelaguetza es pedir esa cooperación o ayuda para hacer el compromiso, pero entonces como mi tía Chica esta representando a Daniel el que va hacer el novio, jue a casa de Elsa (mi prima)la que va hacer la novia para platicar, pedir autorización y dar por enterados a los que van hacer los suegros de Daniel el novio, como quien dice mi tío Beto (Ruperto) esposo de mi tía Zenaida y yerno de mi nana Lupe esposa de mi tío Victoriano y allí esta también mi mamá Felipa.
Mi tía Chica esta dando por enterados a todos los que ya se mencionaron porque dice mi tía chica que Daniel y Elsa ya van a ser compañeros de toda la vida por eso deben saber que al pedir Guelaguetza esta se devuelve después a la misma gente que lo llevo. Porque dice mi tía Chica que tal si pido Guelaguetza sin pedir consentimiento de Daniel, sin que este enterada Elsa que será su mujer y la dueña de las cosas de Daniel y entonces cuando la gente venga a recoger su Guelaguetza que dio para el compromiso de Daniel y Elsa, y como yo la pedí dice mi tía Chica entonces me la vienen a pedir a mí aunque haya sido para el compromiso de Daniel y Elsa, pero quien tiene que devolver la Guelaguetza pues el Daniel y entonces por eso es importante platicar con todos y ponerlos al tanto de que si se va a pedir Guelaguetza bueno pues lo sepan los interesados. Porque que tal si cuando me piden la Guelaguetza dice mi tía Chica y yo le diga a Daniel que hay que devolver la Guelaguetza y como no le consulte para pedir la Guelaguetza que jue para su boda, pues él me diga que para què la pedí, y en ese caso pues yo tengo que pagar la Gulaguetza aunque allá sido para Daniel y Elsa.
Dice también mi tía Chica que Elsa debe estar enterada, porque dice que luego sucede que cuando la gente vienen a recoger su Guelaguetza que dio para un compromiso de boda y si la novia que va ser compañera del novio, como quien dice su esposo, no sabe qué, cuanto y a quien se le debe Guelaguetza o no sabe que el novio que ahora es su esposo pidió Guelaguetza para el fandango de los dos (la boda) entonces la novia que ahora seria la esposa se enoja cuando la gente va a recoger su Guelaguetza y entonces para evitar que estas cosas que luego no son chulitas no pasen, está ya enterada la que ahora es novia pero que luego será esposa.
Mi tía Chica dice también que los padres de la novia deben saber si se pide o no Guelaguetza, porque por ejemplo que llegara el caso que ojala y Dios quiera que no, y el novio fallezca, entonces quien tiene que devolver las Guelaguetza es quien quede vivo o viva que para este caso seria la esposa del difunto como quien dice mi prima Elsa, es la responsabilidad de ella devolver la Guelaguetza que ya se debe, y que para el caso que ella quedara muy pobre o una ruina la azotara a su suerte la devolución de la Guelaguetza lo tendrán que hacer los papás de Elsa o sea ellos pagan la Guelaguetza que se pidió para el compromiso de Daniel y Elsa. Ahora cuando ya tampoco no hay papá ni mamá la devolución de la Gualeguetza lo hace el hermano mayor o el mayor que este vivo y a quien le cae el cargo de la devolución de la Guelaguetza.
También dice mi tía Chica que es costumbre de aquí devolver completito de lo que se recoge, como quien dice que si me dan un pollo de tres kilos y medio es lo que tengo que dar, que si me dan un pollo vivo, doy un pollo vivo, de cuando si es una vaca, doy una vaca, que si me dan un puerco de ochocientos kilos es lo que tengo que dar o si recibo cien panes, cien panes devuelvo, si recojo cien, cincuenta o doscientos dólares es lo que revuelve y en dólares, que si me dieron de Guelaguetza el conjunto de música eso tengo que dar de Guelaguetza.
Porque dice mi tía Chica que no esta chulito dejar las deudas con las familias porque entonces el alma no descansa, pues porque dejaste pendientes aquí.
Hora como Daniel y Elsa nada más vinieron a casarse, como quien dice que una ves que pase su compromiso se regresan a Los Ángeles California, dice mi tía Chica que anotara en una hoja de papel toda la Guelaguetza que pida para el compromiso de Daniel y Elsa, y luego la echará en una bolsita de nailo que costurara en la pretina del pantalón de Daniel para que cuando cruce la frontera de los Estados Unidos no se moje o pierda o se lo roben en el camino los ladrones o se lo quite la migra. Y ya para cuando estén en Estados Unidos sepan que deben la Guelaguetza y así cuando la gente vaya a recoger su Guelaguetza a donde esta mi tía Chica, ella no mas habla por teléfono a USA y Daniel con Elsa envíen el pago de la Guelaguetza.
También dice mi tía Chica que es mejor pedir Guelaguetza aunque sea poquito, porque si no la gente no acompaña en le compromiso (dice mi tía Chica que la fiesta lo hace la gente, porque hasta los velorios sin gente son tristes) porque dice que quien no pide Guelaguetza es como si no necesitara del pueblo, es como decir que es muy orgullosa la persona pues, o es que es mucha su soberbia,… por todo esto que les vengo palabreando es hasta ahora once años después que comprendo porque cuando baile en la “Guelaguetza” en la capital del Estado de Oaxaca y a pesar de que en mi pueblo me vieron por la tele, no logre sentirme contento o como quien dice alagado. Pues había algo en mi corazón que me dejo al momento que aparecí en el Auditorio “Guelaguetza” ante los ojos de tanto gringo y no gringo pero güero, es que uno se siente como encuerado ante tanto ojo, como enseñando los huesos, como que nos chupan la sangre, o como un animal de zoológico, de esos que la gente luego les tira cacahuates para que hagan su gracia, por eso hasta sentía pena que la gente me reconociera como el que salio en la tele, pues como dije desde anenantes, “solo el indio sabe lo que trae en el morral” o a según en el corazón, en el alma, en la cabeza o en todo el cuerpo, como quien dice que como soy bailarín pues pienso, hablo, entiendo, creo, comprendo o todo el revés, descomprendo, no creo, desentiendo, no hablo o enmudezco y despienzo con todo el cuerpo o como dicen esa palabra de la deconstrucción o deconstruir, del deshacer, desmontar algo que se ha edificado, construido, elaborado, pero no con vista a destruirlo, sino a fin de comprender cómo esta hecho ese algo, cómo se ensamblan o se articulan sus piezas, cuales son las entradas ocultas que no constituyen, pero también cuales son las juerzas no controladas que ahí obran.5
Creo que estoy enredándome o haciéndome bolas pero más claro para no dar tantas gueltas de las ya dadas, digo que como todo lo que creo o descreo a según es a partir de mi cuerpo, a partir de mi voz, del como me visto, del como me muevo, del como lo expongo o me expongo en las simultaneidades o a mas precisión juntas las dos cosas ambas, o el como me lo oculto me parezco a Madame Satñ. Sí, aquel personaje de la película brasileña que era homosexual, o ahora dicen Gay, pero que para los de mi pueblo dicen Muxe`e o “muxheidad” para los que trabajan de INAH, CIESAS o de cualquiera de esas casas que se dicen nacionales o internacionales. Pero dicen los del EZLN que los que ya mencione antes como homosexual y de otras maneras, son los Dignamente Otros Amores que es la palabra que a mi mas me gusta (porque eso del amor por otro hombre igual pero diferente es lindo), aunque otros nos digan que somos putos, o gansos, o manpo, o puñal, o quebrado, o amanerado, o choto, o joto, o manflor, o salta pa` tras, o que nos gusta el arroz con popote, o que se nos voltea el calcetín, que se nos hace agua la canoa, o que se nos va la puerca al monte, o que nos gusta el camote y el plátano con cáscara, o que nos gusta retorcer la reata o la fundamental de la pistola (si fuera fundamentalista estaría chido, o como luego ya de por si nos dicen radicales), o que nos gusta probar el chorizo y la moronga antes de comprar, o que nos gusta que nos midan el aceite o que nos espanten las lombrices, o que… ¿Bueno y entre tantos gustos podría haber cuando menos un gusto dado por aquellos especialistas que se adjudican la “especialidad en gustos” de nosotros los Dignamente Otros Amores que se hiciera algo de esos gustos por amor? Porque les digo que a mí personalmente me gusta más el nombre que propuso el EZ o Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, el nombre de los Dignamente Otros Amores, porque luego siento que me parezco un chingo al Madame Satñ, ese muchacho que siempre se estaba afirmando con una imperiosa pasión por la vida, donde su cuerpo era su forma de expresión6, por eso es que luego mi correo se llama: madamezatta@yahoo.com.mx